La calçotada es mucho más que una simple comida, es una celebración de la tradición, la gastronomía y la convivencia. Originaria de Cataluña, esta fiesta invernal tiene lugar entre los meses de enero y marzo y atrae a locales y visitantes por igual.

La protagonista indiscutible de una calçotada son los calçots, una variedad de cebolleta que se cultiva especialmente para este evento. El ritual comienza con la preparación de los calçots a la brasa, donde son asados hasta que la piel queda carbonizada. Después, se sirven en tejas de terracota y se acompañan con la famosa salsa romesco, elaborada con almendras, tomate, ñoras y otros ingredientes secretos que cada cocinero guarda con recelo.

Pero la calçotada no se limita sólo a ese plato principal. Suele ser una comida de varios pasos, donde los calçots son seguidos por una variedad de carnes a la brasa como son las morcillas, costillas y albóndigas. Acompañado de pan tostado y vino tinto de la zona, esta comida es una fiesta para los sentidos.

Más allá de la exquisita gastronomía, la calçotada es una oportunidad para compartir momentos con amigos y familiares en torno a la mesa. Las risas, conversaciones animadas e historias compartidas hacen que esta celebración tenga un encanto especial que perdura en el tiempo.

En Cataluña, muchos restaurantes ofrecen experiencias de calçotada para los visitantes interesados en descubrir esta tradición. Desde masías restauradas hasta restaurantes familiares, existen opciones para todos los gustos y presupuestos.

Cerca de nuestros alojamientos rurales encontrarás una gran variedad de restaurantes en los que disfrutar de esta experiencia cultural y gastronómica. ¿Prefieres comer los calçots en una de nuestras casas rurales? ¡Tenemos zonas exteriores con barbacoa ideales para este tipo de ocasiones!

¡Buen provecho!